La lavanda es una planta que desde la antigüedad goza de un gran y merecido reconocimiento como planta medicinal. Crece en pastos y lugares pedragosos y soleados, principalmente en el piso montano. Florece a principios de verano, que es cuando se recolecta.
Si hay un aceite esencial que no puede faltar, es éste, el de lavanda. Sus multiples propiedades, beneficios y aplicaciones hacen de este aceite tan versátil y polivalente un indispensable tanto en cosmética como en medicina natural.
Propiedades y Beneficios de la Lavanda:
- Antiséptica: La lavanda posee una gran potencial antiséptico lo que la capacita para enfrentarse a virus y bacterias, y por lo tanto a infecciones de todo tipo, incluso las de la piel.
- Sedante: Un magnífico relajante, reconocido desde las antiguas civilizaciones. Ayuda a relajar la mente siendo útil para tratar cuadros de ansiedad, estrés, nerviosismo, insomnio y depresión.
- Analgésica: Combate afecciones musculares y óseas como contusiones, dolores articulares y musculares, el reuma, artritis, lumbalgias, migrañas… Tiene la capacidad de reducir el dolor y la inflamación.
- Regeneradora y cicatrizante: Se utiliza también para tratar quemaduras y otros tratamientos curativos de la piel como dermatitis, envejecimiento prematuro, eczemas, psoriasis, rosácea o acné y las picaduras de insectos.
- Antiespasmódica: Su efecto antiespasmódico resulta útil en caso de resfriados, gripes, infecciones leves de garganta y otras infecciones broncopulmonares. Sus vapores, alivian al descongestionar las fosas nasales y faringe. También es beneficiosa para tratar los trastornos urinarios al estimular la producción de orina. Ayuda a restaurar el equilibrio hormonal y reduce la cistitis o inflamación de la vejiga.
- Antiinflamatoria: Reduce y calma cualquier síntoma provocado por infección, contusión o congestión sanguínea. Muy beneficiosa en casos de reuma y artritis ya que ayuda a la relajación y calma el dolor.
- Digestiva y Carminativa: ideal para digestiones pesadas, vómitos, diarrear, dolor de estómago, cólicos, flatulencias y para el nerviosismo estomacal al aumenta lra movilidad del intestino y estimular la producción de jugos gástricos y de bilis.
- Fungicida: También se utiliza como fungicida.Elimina parásitos intestinales y resulta un buen repelente de insectos. Sus flores y hojas secas se suelen colocar dentro de los armarios para ahuyentar polillas.
- Potenciadora: El aceite esencial de lavanda posee la gran virtud de potenciar los efectos y propiedades de todos los aceites esenciales, por lo que no dudéis en añadir unas gotas a cualquier mezcla que hagamos.
- Afecciones de la piel: Sus propiedades antisépticas, calmantes, hidratantes y cicatrizantes se aprovechan para tratar hongos, pieles grasas, acné, psoriasis, eczemas, dermatitis y otras afecciones de la piel. Favorece la cicatrización lo que la hace ideal para tratar heridas, cortes, quemaduras, incluso las solares. Refresca y calma la piel.
- Cuidado Capilar: la lavanda es un buen repelente y tratamiento para los piojos y las liendres. Controla la caída del cabello y favorece el crecimiento. Calma la picazón del cuero cabelludo y gracias a su capacidad de controlar las glándulas sebáceas resulta un buen anticaspa también.
A tener en cuenta:
- Su uso por vía interna ha de ser prudente y moderado al ser una planta fuerte que hay que utilizar con mucho cuidado Puede ser tóxica en dosis elevadas.
- El Aceite Esencial de Lavanda no se aconseja en personas que padecen problemas intestinales, de hígado oasí como enfermedades neurológicas. En personas epilétpicas puede incrementar los ataques o los temblores en personas que sufren Parkinson. Tampoco deben utilizarlo mujeres embarazadas y niños.
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